DEGUSTACIÓN DE OSTRAS

Las casetas de degustación de ostras de la bahía de Arcachon existen desde el siglo XIX, cuando laostricultura se desarrolló plenamente gracias a la calidad del agua de la bahía.

Estas pequeñas estructuras de maderaservían originalmente a los ostricultores para almacenar y trabajar las ostras. Con el paso de los años, se han convertido en un emblema de la región, donde los productores comparten su saber hacer con los visitantes.

Hoy en día, estas cabañas ofrecen una experiencia auténtica, permitiendo a los visitantes degustar ostras frescas no muy lejos de los lugares de producción, mientras disfrutan de la belleza del paisaje único de la Bahía de Arcachon.

Y cuando decimos » sabor a casa«, ¿qué nos viene a la mente? Las ostras, por supuesto. ¿Le gustan suaves, fundentes, ligeramente yodadas o con un toque de avellana?

Dependiendo de dónde se cultiven, las ostras desarrollan diferentes características sensoriales. Para descubrir los 4 terruños ostrícolas de la bahía de Arcachon, nada mejor que degustar las ostras directamente de los productores, en sus chozas tradicionales.

Las ostras se pueden degustar a cualquier hora del día. No hay excusa que valga. Seguro que durante su estancia tiene tiempo para hacer una parada en una de las cabañas de degustación de ostras. Al mismo tiempo, disfrutará de un agradable y relajantedescanso junto al agua.

Para Jérôme, laostricultura es un auténtico asunto de familia. Cultivador de ostras desde hace unos quince años, es un maestro de los productos del mar y le encanta compartir sus conocimientos.

Después de descubrir elmundo de las ostras en la Maison de l’Huître, únase a él en un taller de pelado.

Jérôme le explicará, con total seguridad, los gestos precisos para abrir sus ostras sin riesgo. Teoría, demostración y, después, ¡usted decide!

Y una vez que haya terminado, será el momento de degustarlas ostras que haya abierto, acompañadas de una copa de vino blanco. Un momento de convivencia para compartir, para el placer de las papilas gustativas y del espíritu. ¿Listo para aceptar el reto?